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Opinión: EQUIDAD DE GÉNERO VERSUS JEFES MACHISTAS

Por Maribel Altamirano Tobar

Quiero comenzar esta reflexión presentándome como una mujer que lleva 34 años trabajando en la PUCV.  He visto muchas situaciones en contra de las mujeres, no por ser mujeres, pero que eran humillantes y que no obedecían a un trato digno de parte de sus jefaturas.  Me refiero cuando a las secretarias las sacaban de sus puestos de la noche a la mañana sin mediar ninguna consecuencia de lo que esto podía traer.  Me daba siempre miedo que alguna de ellas incluso pudiera tomar una decisión fatal.  Se decía que el jefe no la quería, que ocasionaba problemas o que sus evaluaciones quizás no eran buenas.  ¡Pero todas sabíamos que lo dramático no era el motivo, si no la “forma”!   Recuerdo que se supo de algunas secretarias que llegaban a reemplazar en algunos puestos y eran devueltas a la Oficina de Personal porque ¡al jefe de turno no le gustaba la candidata! Seguían sumando dolor a las mujeres.

Toda esta primera reflexión la hago, porque hace pocos días hablé con una colega que llegó hace un tiempo ya a la Universidad y, poco a poco, fue estudiando y preparándose para poder escalar dentro de esta Institución. A pesar de ser mamá y esposa, ella estudia porque quiere tener las herramientas para seguir surgiendo en la vida.  Sin embargo, después de empezar a mostrarse y dar unos pocos saltos en su gestión, la sacaron de su jefatura y la pusieron en segunda línea a cargo de otro jefe “hombre”.   La única explicación que le dieron es que no cumplía con lo que se necesitaba para el puesto, aún cuando ella sabía que la persona que la iba a reemplazar tenía quizás su misma preparación, pero era “hombre”.   La persona aludida tal vez no es de nuestro sindicato, pero creo que eso no tiene ninguna relevancia, porque nuestro sindicato debe tener ya muchas mujeres, que al igual que el caso que les cuento, se están preparando para seguir surgiendo y que, de pronto, pueden verse afectadas por un caso similar.  Hoy ella sigue estudiando y esforzándose para ser mejor, pero ¿Quién le asegura que algún día la considerarán para ocupar un cargo, donde la mayoría son “hombres” y están a cargo de un “hombre”?

El título de esta reflexión es justamente porque estamos hace mucho tiempo pidiendo equidad de género, que seamos reconocidas y no comparadas con hombres, que tengamos las mismas oportunidades y salarios, pero cuando sacan indiscriminadamente a una mujer de un puesto y es reemplazada por un hombre, es porque ese jefe también debe ser cuestionado, si no tiene un argumento superior a que quiere un “hombre” en el puesto.

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